sábado, 3 de enero de 2015

El sonajero


"Vuelvo pa' despedirme, y si me tientas me quedo."

Si no fuera por el "pa", me podría tatuar esa frase.

Bueno, al grano. Lo primero, creí que la entrada anterior la había escrito el 1, aunque ahora lo pienso y me doy cuenta de que eso era imposible, porque yo no estaba para escribir ni un tuit a los Reyes Magos.

Conclusión: se me ha olvidado desearos un feliz año nuevo.

¿Y a que no ha pasado nada?

De todas formas, la intención es lo que cuenta, aunque llegue un par de días tarde.

Empiezo el 2015 en el blog con un grupo que supuso una sorpresa para mí hace ya unos cuantos años. Koma hacía una especie de thrash metal alternativo, cantado por un hardcoreta rollo Black Flag y con letras tirando a satíricas. Hasta entonces a mí me había pasado de largo el pepinazo que supuso Vaya carrera que llevas, chaval, pero un día me topé con su disco de 2004, Sinónimo de Ofender, y me lo llevé más por curiosidad que por otra cosa.

No entendía una puta mierda.

La cuestión es que en ese momento ganó el sonido. Riffs potentes y bien cuidados, mucha variedad de un tema a otro y un montón de texturas para tratarse de un disco de este género (aunque obviamente ni punto de comparación con, yo que sé, un Peace Sells... But Who's Buying? o incluso un South of Heaven).

El grupo se separó poco después de que el cantante, Brigi Duque, dejase la formación y se convirtiera más tarde en el batería del nuevo grupo de El Drogas (hablaré otro día de Barricada), pero no sin antes dejar una última canción para el recuerdo en su disco Sakeo, de 2007, de donde he sacado la frase con la que abro esta entrada.

Y sin más, con el ritmillo que deja este tema en el cuerpo, os deseo con un pelín de retraso un feliz 2014... digoooo... bueno, lo que sea.

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