lunes, 18 de marzo de 2013

The White Stripes: Deconstrucción musical


Lo que voy a decir no sonará a nuevo a los lectores habituales del blog, pero la estructura básica de un grupo de rock quedó fijada de forma prácticamente definitiva por los Beatles.

Desde entonces, todo el mundo suele pensar en un grupo como un conjunto de, por lo menos, un par de guitarras, un bajo y una batería. O al menos era así hasta que, a finales de los 90, una ambigua pareja de Detroit (ya que se sospechaba que no eran hermanos sino amantes) saltaron a la escena musical limitando su  bagaje instrumental a, simplemente, una guitarra y una batería.

Su racanería instrumental también se extendía a su variedad técnica (supongo que Meg White también es conocida por sus amigos como pum-pum-pum-pum... o pum-tss-pum-tss-pum-tss-pum-tss en sus mejores momentos; y Jack White tampoco es que varíe mucho), pero no tenía nada que ver con su talento y su proyección.

Desde el principio supieron hacer mucho con poco, y en abril de 2002 no dudaron en encerrarse en un estudio, con un equipo de grabación hecho polvo y grabar como un tema por día para componer el bombazo de su carrera: Elephant.

¿Creéis que no se puede hacer gran cosa con un bombo, unos platillos y una guitarra? Pues seguro que esto os suena bastante: