domingo, 27 de abril de 2014

Las resacas de Huey Lewis

Esta entrada no va a tener mucha chicha. Solo una canción, con su correspondiente y grandioso videoclip, que creo que ilustra muy bien lo que mucha gente está sintiendo este domingo.



"Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada."

Boccaccio.

jueves, 24 de abril de 2014

Acabo de escuchar a Russian Red


Ha sido la primera vez en mi vida. Y no tiene nada que ver con la imagen.

Basicamente, Russian Red es una chica con una guitarra. Y eso es algo que me hace pensar. ¿Es eso todo lo que hace falta? Cuando Police se metieron con la grabación de Walking on the Moon, se dice que tuvieron una bronca de tres pares de cojones, porque Sting estaba empeñado en meter samples y Summers no quería (o igual era Copeland, no me acuerdo muy bien tampoco, y no me apetece buscarlo). Pero no es el único ejemplo que me viene a la cabeza. Son muchos años en los que el panorama musical al que se le hace algo de caso está casi totalmente compuesto por intérpretes que no son más que flores de un día que suenan de puta pena. Caras bonitas a las que los feos con algo de talento (o con dos dedos de frente por lo menos) les escriben las letras y les componen las canciones para que las destrocen.

O si no son gente estrafalaria que se monta verdaderas performances en sus directos, en los que acabas viendo que no hay nada detrás. Solo una estéril búsqueda de morbo.

¿Y eso es todo lo que le ha hecho falta a Russian Red para petarlo? ¿Una chica y una guitarra? La verdad es que no he escuchado mucho, y tampoco es que me haya convencido (aunque si te va ese estilo, no está nada mal. De hecho tiene momentos que recuerdan a los Smiths... o más bien a Morrisey y sus miniorgasmos ante el micro en algunos momentos puntuales), pero la conclusión es clara. Tantos fuegos artificiales para acabar otra vez cayendo en la cuenta de que si vales aunque sea un poquito, no necesitas efectos especiales. Solo música.

O que Ivan Drago te de dos hostias.