viernes, 15 de abril de 2011

Escritores noveles, dejad de preocuparos: ha llegado Literatura Nova


Antes de ayer, en Twitter, me encontré con un mensaje que hablaba de una web llamada Literatura Nova (haciendo clíck sobre la foto podréis acceder al enlace), y, como aficionado a la literatura que soy, no pude evitar curiosear.

Se trata de una web planteada como una especie de red social de escritores, en la que los usuarios pueden agregar amigos, enviarse mensajes privados y editar detalles de perfil; pero, en lugar de lo habitual en una red social, lo que se sube son escritos. De forma gratuíta (como todas las redes sociales), un autor (da igual su experiencia, su fama o su prensa) puede subir en PDF desde relatos hasta artículos de opinión, pasando por ensayos, textos periodísticos  e incluso novelas enteras.

Además, para los que tengan Twitter, Facebook y demás, los propios administradores de la página anuncian la publicación de los relatos, evitando que éstos pasen desapercibidos.

Como ventaja adicional, no pasa uno cinco minutos allí sin econtrarse con escritores realmente interesantes.

Ni que decir tiene que esta web me enamoró por completo. Hice mi cuenta de inmediato y empecé a subir material.


Ahora, en otro orden de cosas, he de anunciaros algo importante: me voy de vacaciones. Aprovecho la Semana Santa para alejarme lo más posible de la propia festividad. Como no puedo llevarme el ordenador conmigo al lugar al que voy, también me tomo unas vacaciones como blogger.

Volveré el día 24, con las pilas cargadas y dispuesto a seguir como siempre (si todo va bien, incluso mejor). Sin embargo, como esta es mi última entrada hasta mi regreso, quiero daros las gracias a todos por haber ayudado a "Diario de un dependiente" a nacer y crecer como blog.

Como despedida, quiero mostraros un micro-relato que forma parte de lo que he subido a Literatura Nova (podéis buscar por allí si queréis y descargaros el PDF). Que lo disfrutéis:


TARDE DE LLUVIA

Al llegar al centro de la avenida, el joven detuvo su marcha y alzó la cabeza, dejando que su mirada trepase por las resbaladizas ventanas del rascacielos. No había duda. Era allí.
A paso lento, con la mochila aún colgando de su espalda y sin sacar las manos de los bolsillos, dejó atrás el olor a tubo de escape, la lluvia torrencial y la marea humana que se afanaba en ocupar cada centímetro cuadrado de la acera.
En cuanto franqueó las gruesas puertas de cristal, un portero trajeado le salió al paso con brusquedad, pero, tras susurrarle algo al oído, éste permitió su entrada en el edificio sin poner objeciones.
—Que pase una buena tarde —llegó a murmurar el gorila, mientras el visitante desaparecía por las escaleras.
Sabía —o intuía— qué era lo que iba a encontrar cuando entrase en el despacho, de modo que ni se molestó en llamar. Simplemente deslizó su mano hacia el picaporte y abrió la puerta con suma delicadeza.
Premio.
Un hombre de mediana edad, con los pantalones y la ropa interior por los tobillos, penetraba sobre la mesa a su joven secretaria con tanta vehemencia como le permitía su enorme barriga de ricachón.
Los dos amantes aún no se habían percatado de su presencia, así que, con una sonrisa tatuada en el rostro, terminó de entrar y cerró de un portazo. En cuanto lo hizo, éstos interrumpieron su “trabajo” y se giraron hacia él.
La muchacha soltó un apurado gritito, mientras que el grasiento rostro del hombre se puso lívido.
—Hijo… yo… —acertó a balbucear éste tras unos segundos, pero no tardó en volver a enmudecer.
—No te preocupes —respondió el joven visitante, mientras se quitaba la mochila—. Yo también he venido para jugar.
El último sonido que salió del despacho fue el “click” de la cerradura.

2 comentarios:

  1. Parece interesante el tema de literatura nova... Muchas gracias por tu comentario, espero que hayas pasado una buenas vacaciones.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Grincrispi. No puedo decir que hayan sido malas... pero tampoco puedo decir que hayan sido buenas. Probablemente hable de ello en una de mis próximas actualizaciones.

    Saludos.

    ResponderEliminar