viernes, 25 de marzo de 2011

Diez cosas que todos sabemos, pero no nos importan demasiado


1- Elvis está muerto, y no me refiero a que niegue la teoría de que ha fingido su propia muerte para escapar de su apabullante fama, y vivir el resto de su vida en una isla desierta sin complicaciones, sino a que, si la mañana del 16 de agosto de 1977 lo que hubiesen encontrado inconsciente en su cuarto de baño hubiese sido a un doble casi idéntico y con prácticamente su mismo ADN, teniendo en cuenta su adicción a la farlopa y su estado de salud a aquellas alturas, no habría durado mucho tiempo con vida en la isla desierta.

2- Prácticamente todas las multinacionales que se empeñan en ser conocidas por fabricar refrescos, hamburguesas o incluso juguetes para niños, se empeñan precisamente en que solo se les conozca por esto, y se pase por alto su actividad deforestando el Amazonas, o explotando a los nativos de algún país con una economía de subsistencia. Pero hablar de esto es muy triste, prefiero hacerlo sentado al lado de un payaso amarillo y comiéndome una suela de zapato con kétchup.

3- La emulsión de una película, dependiendo de la temperatura, puede quemarse o congelarse. En “Lawrence de Arabia”, tuvieron que filmar una puesta de sol falsa, porque si apuntaban con la cámara al Astro Rey, la película se quemaba. Sabiendo esto, y que, en la Luna, la temperatura puede oscilar entre los 180 y los -180 ºC, no es difícil suponer que la emulsión de la película se quemaría o se congelaría en el momento en el que saliese del sistema de refrigeración adecuado y comenzase a utilizarse. Con esto no niego que el Apolo 11 llegase a la luna en 1969. Lo que quiero decir es que lo más probable es que el vídeo, con frase para la historia incluida, sea un teatrillo a posteriori.

4- El grito de Tarzán es una mezcla del canto de una soprano y los sonidos de varios animales, entre ellos varias hienas, reproducidos al revés. Como dijo Leonardo Sbaraglia en “Concursante”, esto le hace a uno pensar qué se supone que gritaba Johnny Weissmüller mientras pululaba por los pasillos de un manicomio en México antes de morir.

5- Phil Collins no se retira, pero, como reza el título de esta lista, a estas alturas a nadie le importa. Después de todo, ¿quién escucha a Phil Collins hoy en día?

6- Leonardo DiCaprio es un buen actor, pero todos los que hemos visto “Titanic”, y el efecto que causó sobre las féminas (y algún que otro hombre), conocido como la “Leomanía”, hizo que comenzásemos a odiarle. Sin embargo, todos los que hemos odiado a Leo y, aun así, hemos decidido darle una segunda oportunidad, viendo “Infiltrados”, “Gangs of New York”, “Atrápame si puedes”, “El Aviador”, “Diamante de Sangre”, “Red de mentiras”, “Shutter Island”, “Revolutionary Road” u “Origen”, nos hemos dado cuenta de que nuestro odio era injustificado… pero esa epifanía dura exactamente hasta el momento en que recordamos las carpetas forradas con sus fotos. Luego, invariablemente, volvemos a pensar: “¡Será cabrón!”.

7- Con respecto al punto anterior, además de a DiCaprio, son muchos los actores a los que, en algún momento, acabamos minusvalorando: Brad Pitt, Johnny Depp, Viggo Mortensen, Tom Cruise… ¿qué tienen todos estos en común? Pues tampoco hace falta darle muchas vueltas para saberlo.

8- El mayor éxito de Stephen King no es una novela de terror, sino una saga de siete libros de fantasía épica llamada “La Torre Oscura”. Sin embargo, le seguiremos asociando con el género de terror hasta, como solía decir mi madre, que San Juan baje el dedo.

9- “Dragon Ball Z”, “Campeones” y “Doraemon” son series que trascienden la barrera generacional. Las han visto hermanos mayores y medianos, y ahora las están viendo los pequeños, y, curiosamente, a lo largo de ese lapso de tiempo, los padres han aguantado sin suicidarse.

10- Nobita, que así se llamaba el protagonista de “Doraemon”, no era un niño comatoso con una enfermedad terminal que lo soñó todo. Esto es un bulo que surgió en su momento, y llevó a la gente incluso a protestar ante los estudios de televisión, y a los creadores a emitir un comunicado asegurando que eso era mentira. En todo caso, uno de ellos murió, así que la serie no tiene final.
De forma idéntica a la anterior, pero con respecto a la serie “Campeones”, se generó una leyenda urbana que decía que Oliver Atom, en realidad, era un niño al que un camión había atropellado, quedando sin piernas como resultado del accidente, y que todo lo ocurrido en la serie era producto de su imaginación. Esto también es mentira, pero lo más seguro es que, la próxima vez que estemos en un bar, tomando una cerveza con un colega, le digamos: “¡Oye! ¿Sabías que Oliver Atom en realidad era un niño sin piernas que lo soñó todo?”.

3 comentarios:

  1. Me importa una mierda, pero me lo he leído todo. xD Saludos

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  2. Jo, tío, me has destrozado el día. Ahora como me digas que el Ratoncito Pérez es seripositivo, ue Walt disney no está congelado y que los veintimuchos de Nacho Vidal son de látex, voy a tener que pillarla muuuy grande esta noche para poder remontar....la verdad abruma.

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