domingo, 27 de febrero de 2011

Y Dios vio que era bueno


Según la Biblia, Dios hizo el mundo en seis días, y dedicó el domingo a descansar, algo así como: “y Dios vio que era bueno, así que decidió que, por muchas misas que hicieran, los domingos no iba a estar para nadie”.

El caso es que los domingos no son un día para los pensamientos trascendentales. Después de una semana de actividad similar a un viaje en montaña rusa, llega el momento de pasar por la taquilla, ver la foto y comprar otro ticket.

Ya sea uno un joven que descansa de un gran sábado; un no-tan-joven que se da cuenta de que, precisamente, no es tan joven como creía; un trabajador que, por fin, descansa de una extenuante (o no tanto) jornada laboral; o un anciano dispuesto a pasar una tarde de partida y partido sin sobresaltos; el mundo se detiene el domingo, y arrastra sus resacosos restos hasta el rincón más profundo de la caverna más escondida para lamerse sus heridas y, con un quejumbroso suspiro, murmurar “juro que no vuelvo a beber”.

¿En qué pensaba Dios cuando vio que esto era bueno?

1 comentario:

  1. Claramente, Dios era un joven resacoso no tan joven, precisamente dándose cuenta de que no tan joven, descansando de una extenuante jornada laboral (crear un mundo tan caótico tiene que agotar), que decidió descansar estando dispuesto a pasar una tarde de partida y partido sin sobresaltos.

    ResponderEliminar