domingo, 15 de febrero de 2015

Invaders must die


Creo que no tengo nada que decir hoy.

Así que toca generar algo de la nada, lo cual no sería un problema si en mi cabeza estuviesen echando una partida sin incidentes Kasparov y Deep Blue, pero me parece que a la máquina le falta ventilación. El jaque está cerca.

En la habitación huele a humo, y me confundo pensando que sale de mi cabeza y no del cenicero, pero intento mantenerme fresco y seguir escribiendo al menos una frase más. Supone esfuerzo, esto no es un vídeo de ElRubius o un aprobado en los despachos. Pero a veces, idiota de ti, prefieres pensar que si algo cuesta puedes optar por evitarlo, y no todas las huidas son como la de Santiago Carrillo, cruzando la frontera vestido de mujer. Allá donde vayas, tus problemas te estarán esperando, porque no puedes escapar de tu propio ser, así que todo lo que hagas mientras trates de no afrontarte es perder el tiempo.

Un tiempo que otras personas hubieran deseado tener, pero su oportunidad se perdió igual que las lágrimas de Roy mientras se muere bajo la lluvia.

Supongo que vivir no es un derecho, sino un privilegio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario