miércoles, 29 de julio de 2015

Cinco videoclips dignos de ser vistos

Existe en ciertos ambientes una consideración de los videoclips como algo nocivo. De hecho, ya lo dijeron los Buggles en su famosa canción (cuyo vídeo, por cierto, fue el primero en emitirse en la historia de la cadena MTV).

Sin embargo, esta idea va más allá, señalando al videoclip como la primera de las plagas que acabarían azotando la música hasta convertirla en un elemento de cultura de masas, algo efímero y casi viral, donde lo que suena termina por pasar a un segundo plano.

Yo prefiero verlo desde otro punto de vista: a veces encuentro videos que me gustan, y resulta que cuando le presto atención descubro que hay algo que se oye, y que suena bastante bien en muchos casos.

Lo que hoy traigo, sin embargo, son los cinco videoclips más peculiares con los que me he cruzado. Antes de ponernos con la lista, debo decir que no he podido poner todos los vídeos en la entrada por problemas técnicos que escapan a mi control y a lo cabrón que es el lenguaje HTML en ocasiones; pero cualquiera puede verlos solo con hacer click sobre los títulos de las canciones.

Empezamos:

1- Here it goes again, de Ok-Go. Este grupo indie es conocido particularmente por sus videoclips. Tienen otro realmente complejo que te animo a buscar; pero este, del año 2006, se lleva la palma por su sencillez compositiva. Solo son ellos bailando sobre cintas de correr, pero de una forma impresionante.

2- Hank is dead, de Red Fang. Me costaría mucho decidir cuál de los videoclips de esta banda de stoner. Quizá Prehistoric Dog se llevaría la palma, o Wires. Simplemente he elegido este porque el tema me gusta más.

3- Thriller, de Michael Jackson. No podía faltar, obviamente. Con sus trece minutos de duración, sus zombies, su coreografía y Ola Ray pelando la pava con el Rey del Pop. Puestos a elegir, me gusta más como tema Smooth Criminal, pero al contrario que en el caso anterior, aquí gana el vídeo.

4- Freak on a Leash, de Korn. Este grupo no es santo de mi devoción (de hecho, esta es de las pocas canciones que salvaría de la quema), pero la combinación del mal rollo con el que suena la propia canción en sí, el recorrido de esa bala y la mirada de esa niña son la guinda perfecta. Además está el hecho de mezclar animación y tomas reales, lo cual siempre gusta a alguien que se ha tragado Space Jam como veinte veces.

5- The hardest button to button, de los White Stripes. Se trata de uno de mis videoclips favoritos por un motivo fundamental: su originalidad. Jack y Meg White simplemente se valen de una batería, una guitarra y su propio ingenio, lo que queda más que patente en este vídeo. Para mí, el mejor de la lista. 


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