miércoles, 24 de agosto de 2011

Policía Nacional Española, esos santos incomprendidos




A todos los que hemos visto "En el nombre del padre" se nos ha helado la sangre cuando vimos cómo aquel policía se inclinaba sobre Daniel Day-Lewis para susurrarle "Voy a pegarle un tiro a tu padre". Y la temperatura del mencionado fluido vital disminuía un par de grados más cuando descubríamos que dicha película narraba unos acontecimientos que realmente sucedieron. Sin embargo, en momentos de cándida inocencia, nos negamos a creer que haya gente tan horrible y manipuladora, y mucho menos pululando por los cuerpos y fuerzas de seguridad de cualquier Estado.

Pero, para esos momentos de ingenuidad, siempre hay un buen surtido de imágenes que sirven de dosis de realidad.

Las de arriba, concretamente, pertenecen a las tan en boca de todo el mundo JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud). Mientras los peregrinos (versión cristiana de los poligoneros) cantaban sus tonadas religiosas y se emborrachaban con el vino de la eucaristía, unos cuantos ciudadanos contrarios a la ostentación (y al gasto) que ha caracterizado este acto, e incluso dispuestos a recordar ese artículo de la Constitución que reconoce a  España como un estado no confesional, se manifestaban por los alrededores. Para "evitar el follón", la policía nacional se presentaba para disolver la manifestación (lo cual también es ilegal en un estado que tiene reconocido el derecho de reunión, y un sinsentido, porque nadie ha intentado echar a los de la JMJ del centro de Madrid), y ha acabado protagonizando un espectáculo más que lamentable.

En la primera imagen, un grupúsculo de hijos de la gran puta se cerraba en torno a una pareja de chicos que solo estaban sacando fotos, y, al grito de "¡A tomar por el culo!", se liaban a porrazos con ellos. Lo curioso de la escena es que la chica tenía más cojones que los policías (a poco), ya que no dudó en intentar defenderse (lo cual no consiguió). ¿Por qué estos policías, gente supuestamente con preparación psicológica para no perder la calma bajo ninguna situación, atacan a porrazos a una pareja de fotógrafos? Pues la respuesta también es una conjetura, pero está cobrando bastante fuerza: atacar a dos críos les convierte en machos alfa, y eso les pone muy cachondos. Entraron en la policía, pero no para proteger y servir a los ciudadanos, sino para sentirse como Harry "el sucio", o aquel agente apasionado por las armas en "Loca academia de policía".

La segunda imagen no necesita mucha explicación: es una carga policial. Curiosamente, cuando aparecen algunos mensajes que estos elementos dejan en sus redes sociales, descubrimos que también les proporciona gustillo dar un buen par de hostias a unos cuantos "perroflautas" (lenguaje que ellos mismos utilizan). ¿Qué haría un machote de estos si tuviese que enfrentarse en igualdad de condiciones a un tío de características físicas similares a las suyas?

La tercera imagen se da justo después de la primera. Los mismos "machos ibéricos" que se desfogan con una pareja de críos simplemente por "estar ahí", se detienen para ponerle las pilas a otro fotógrafo y, tras arrinconarle contra un cajero automático, le hacen un traje de moratones para que no pase frío con este clima tan poco típico de agosto.

Sobran las palabras, pero van a tener que encajar, porque no puedo dejar de decir que se ha visto la verdadera cara de nuestro estado de derecho, y el verdadero poder de los ciudadanos. Sin embargo, lo que más me molesta después de ver cómo los que supuestamente tienen que protegernos vulneran de forma sistemática nuestros derechos fundamentales, es que haya gente que siga defendiendo a ciegas esta institución, sin plantear ni un solo argumento al respecto. Es de suponer que ellos están dispuestos a aceptar que, el día que las porras caigan contra sus costillas, la policía estará cumpliendo con su deber.

En fin, lo dicho, me gustaría conocer a los evaluadores psicológicos que dan el visto bueno a alguien que le  dice a un detenido "voy a pegarle un tiro a tu padre".



2 comentarios:

  1. Tener miedo de quien en teoría debería de protegernos es surrealista, contradictorio... pero las imágenes hablan por si solas...
    Un abrazo.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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