Toca día largo.
Por eso mismo he elegido esta canción del álbum homónimo de Opeth, ya que en sus trece minutazos de duración hay cabida para todo. Es un auténtico catálogo musical, uno de los mejores de los muchos que ha compuesto la banda de Mikael Âkerfeldt (de quien ya hablé en Storm Corrosion).
Pero no se trata solo de "día largo, canción larga". A lo mejor me ha dado la semana metafísica, pero estoy siendo especialmente consciente de algo: Cuando tienes que enfrentarte a un gran periodo de tiempo de lo que sea, puedes llegar a no ver nada más que la perspectiva de que ese momento termine, con todos y cada uno de sus interminables minutos alejándose para no volver más. Pero cuando llega ese instante, puedes notar todo el tiempo que ha pasado y las cosas que van a ser distintas después, o las que ya no volverán a ser igual.
Así que "día largo, canción larga" adquiere una nueva dimensión. Si escuchas Deliverance pensando en el minuto exacto en el que termina, tal vez te pierdas todo lo que lleva dentro.
En cualquier caso, buenos días...
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