Imaginad a un terrible dictador. Un sanguinario militar
que se rebeló contra el gobierno de Fulgencio Batista. Un gobierno este último
tan legítimo que, habiendo sido Batista presidente electo de Cuba, tramó desde
EE.UU. un golpe de estado que acabó dando el 10 de marzo de 1952, antes de unas
elecciones en las que se volvía a presentar y no parecía ser favorito.
Durante su régimen, Batista convirtió Cuba en el patio
trasero de EE.UU., creando una interesante dualidad: Mientras el PIB alcanzaba
una gran competitividad en un sistema capitalista, la gente se moría de hambre.
Cerca de un tercio de la población cubana se encontraba
en situación de pobreza, había una gran corrupción, desocupación masiva, incidencia
de mafias estadounidenses que plagaron La Habana de prostitución, tráfico de
armas y droga, donde policías y políticos corruptos hacían y deshacían a su
antojo, y mientras tanto dichos mafiosos estadounidenses se hacían de oro con sus negocios.
Y cuando me refiero a mafiosos estadounidenses no me
refiero a su gobierno, sino literalmente a la mafia. De hecho, entre la
presidencia de Batista y su golpe de estado ya hubo a finales de diciembre de
1946 una reunión en La Habana donde un gigantesco cártel se reunió en el Hotel
Nacional y acordó la creación de lo que más tarde llamarían “Las Vegas Latina”
(hay una peli basada en estos acontecimientos. Se llama El Padrino II).
Entre las decenas de representantes de sindicatos del
crimen de distintas zonas de EE.UU. se encontraban representantes de Al Capone,
o nombres tan populares del crímen organizado como los de Joe Bonano, “Lucky” Luciano o Vito
Genovese.
Fulgencio Batista se dedicó a favorecer esa inversión,
con incentivos como venta encubierta de licencias de juego. Y mientras las mafias
se lucraban de forma directa, las grandes empresas americanas aprovecharon el
filón, entablando relaciones con Batista.
Su golpe de estado y su régimen, de 7 años de duración,
fue tremendamente pacífico… http://www.latinamericanstudies.org/cuba/Bohemia-1-11-59-180.jpg
Bueno, pues volviendo al tema, ese terrible dictador del
que hablaba en el primer tuit derrocó el idílico gobierno militar de Batista. Y digo
“derrocó”, porque los dictadores de este tipo, COMO TODO EL MUNDO SABE, hacen
estas cosas solitos, sin apoyo del pueblo.
Por lo visto la gente de Cuba no tenía queja por haber
sido una colonia española hasta 1898, y luego una colonia de EE.UU. y de la
mafia. Les daba igual la pobreza, la corrupción y el enriquecimiento de una
oligarquía frente a la miseria popular. O eso cree alguna gente.
En 1953, una escisión del Partido del Pueblo Cubano (que
aparentemente iba a ganar las elecciones que se folló Batista) conformó el
llamado Movimiento del 26 de Julio, que en 1953 intentó tomar unos cuarteles
militares, fracasando en el intento.
No obstante, el terrible dictador del que hablaba al
principio ya aparece aquí, como instigador de dichas acciones. Era un tipo con
tan poco apoyo popular que el propio Batista tuvo que amnistiarlo a él y a los
demás participantes ante la presión recibida.
Pues el muy cabrón resulta que se exilió para preparar
una revolución armada contra el simpático gobierno militar de Fulgencio
Batista. El 2 de diciembre de 1956, Castro desembarca en Cuba junto a un grupo
armado que es repelido por el ejército de Batista.
Este último da por muerto a Castro, pero sobrevivió junto
a unas pocas personas y se refugió en Sierra Maestra, que se convertiría en el
corazón del ejército revolucionario.
Comienza aquí una guerra con diversos frentes, donde
destacan las acciones de guerrilla. Pero también encontramos otros actos de
insurrección, como el provocado por el brutal asesinato de Frank País en
Santiago de Cuba.
El régimen de Batista, apoyado por el gobierno de EE.UU.,
fue perdiendo poder pese a contar con algunas victorias, viendo sus fuerzas divididas
ante las columnas organizadas por Castro, dirigidas por el Ernesto “Che”
Guevara, Camilo Cienfuegos, su hermano Raúl, Juan Almeida y Víctor Mora.
Los partidos opositores a Batista llegan a un acuerdo con
Castro, ya como secretario general del M-26, en julio de 1958. A partir de ese
momento, tras derrotas del régimen en batallas como la de El Jigüe, el 21 de
julio o la de Guisa, ya en noviembre, Batista ve cómo Santa Clara se convierte
en el último paso hacia La Habana. La entrada de la columna del Che en la
ciudad precipitó su huída.
Así que el 1 de enero de 1959 se consumó el impopular y
opresivo golpe de estado, con… la entrada triunfal de Fidel Castro en La
Habana. Y mientras tanto un gran demócrata como Batista se veía obligado a huir
a la República Dominicana y acabar exiliándose en otro paraíso de la democracia
que había entonces. Sí, en España, donde murió en 1973.
¡Qué dictador asqueroso era Fidel Castro, que tras
derrocar a Batista ni siquiera se convirtió en el presidente (Manuel Urrutia) ni
en primer ministro (José Miró Cardona)!
Y era tan impopular que, tras sustituir a Cardona en el
puesto, tuvo una serie de desavenencias con Urrutia, que discrepaba con la pena
de muerte por fusilamiento para criminales de guerra. Así que Fidel Castro, esa
sanguijuela aferrada al poder, dimitió.
Y su dimisión fue tan celebrada por el pueblo cubano que
pidió en masa su regreso y acabó dimitiendo Urrutia.
¿Asumió Castro la jefatura del estado? Pues nope, Osvaldo
Dorticós se convirtió en el nuevo presidente.
¿Cómo de terrible fue la dictadura castrista de… Osvaldo
Dorticós? Pues a ver, una reforma agraria, la nacionalización de empresas (lo
cual llevó a EE.UU., esa gran democracia, a amenazar con intervenir en la
política cubana… Ah, sí, es que lo amparaba SU CONSTITUCIÓN, NO LA DE CUBA, LA
SUYA. ¡¡Pero qué cabrón dictador era Castro!!), pactan con la URSS, se crean
los Comités de Defensa de la Revolución ante las amenazas existentes, se comen
el comienzo del bloqueo económico decretado por el presidente más icónico de la
democracia como Dios manda (Kennedy) en 1962, un intento de invasión en Bahía
de Cochinos (por si alguien se preguntaba para qué hacían falta los CDR), o la
prohibición del comercio con Cuba en julio de 1963.
Porque aquí cabe aclarar una cosa: “Lo del bloqueo no fue
pa’ tanto”, porque Cuba puede comerciar con cualquier país del mundo salvo con
EE.UU., aunque claro, lo de que EE.UU. vete a países y empresas a las que se
les ocurra comerciar con Cuba, pues ya tal.
Aquí podéis echar un vistazo a la ley Helms-Burton de
1996: http://sgcmiami.infotech-corp.com/MultiMedia/documento/2012/01/texto_completo_ley_helms-burton.pdf
Y aquí un análisis del bloqueo con el marco de la ley
Torricelli: http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/196-3317esf.pdf
Pero lo peor del terrible régimen castrista eran sus
medidas ultrarrepresivas, como… convocar un referéndum para aprobar una
constitución.
El 15 de febrero de 1976, y pese a todo lo que estaba
pasando por Cuba, más del 95% de la población mayor de 16 años votó Sí.
Por cierto, lo de que hace 40 años en Cuba ya se empezó a
poder votar a partir de los 16 años, y aquí no solo es que entonces no se votase
aún, es que a día de hoy con 16 años puedes trabajar, ser juzgado en un
tribunal, cotizar a la seguridad social y demás, pero votar no; se debe a que
Cuba es una brutal dictadura porque… movidas.
En este enlace podéis acceder a la Constitución de la
República de Cuba: http://www.cuba.cu/gobierno/cuba.htm
Y aquí a la reforma de la ley electoral de Cuba de 1992: https://ecosdelsur.files.wordpress.com/2012/10/el-sistema-electoral-cubano.pdf
El castrismo es una cosa muy seria, como la cerámica de
Talavera. Son tan dictatoriales que permiten la oposición, su democracia es
mucho más participativa que la de los propios “países democráticos”, su
inversión pública tremendamente mayor, sus empresas nacionalizadas, sus barrios
organizados en asambleas y sus cauces en las instituciones públicas para que cualquier
persona física pueda ir a inscribirse como una candidatura independiente de
cara a sus elecciones.
Porque sí, Cuba es una dictadura tan terrible que la
gente vota más que aquí y por más cosas que aquí. Cosa reconocida incluso por
opositores; pero claro, Cuba solo tiene un partido y tal, ¿no? Pues a ver, el
Partido Comunista de Cuba es el partido, según el artículo 5 de su
constitución, que ostenta la jefatura del estado. No es un partido electoral,
aunque sí tiene su rama electoral. Por pura comparación: es como si en España
la gente no supiera distinguir entre partido político y la casa real.
Solo que en Cuba el PC está legitimado por el pueblo, no
como la monarquía española.
En fin, aquí os dejo una lista de partidos electorales
cubanos:
- Partido Solidaridad Liberal Cubano: https://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Liberal_Nacional_de_Cuba
- Partido Socialista Popular: https://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Socialista_Popular_(Cuba)
- Movimiento Cristiano de Liberación: http://www.oswaldopaya.org/es/
Este último igual os suena por el incidente que relaciona
la muerte de Oswaldo Payá con Ángel Carromero (nuestro cabezudo particular de Nuevas
Generaciones PP).
Los candidatos, no obstante, no se presentan como cabeza
de partido, sino a título personal, en asambleas de base, y son promocionados
por una serie de votaciones populares hasta llegar a diversos puestos de
responsabilidad política.
Aquí BBC, un medio evidentemente afín, y pese a sus
intentos de tergiversar, acaba anunciando esto: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150419_elecciones_cuba_oposicion_derrota_fp
Uno de estos candidatos afirmó en una entrevista esta
frase para explicar su derrota: “la gente sigue queriendo revolución”.
Esta clase de dictaduras es lo que tienen, que la gente
al fin y al cabo vota lo que quiere.
Pero ahora en serio, ¿por qué entonces se sigue
insistiendo en el carácter de dictadura del gobierno de Cuba? Al fin y al cabo estos
son datos que están a la vista de todos. No obstante, y pese a las sobradas
pruebas de manipulación mediática seguimos confiando en los medios de
información privados y sus líneas editoriales, sin preguntarnos nada.
Da igual que se incluya como cifras de exiliados a los
herederos, ciudadanos estadounidenses, de los burgueses y aristócratas que
emigraron con la caída de Batista; o que se añada a los muertos durante la
revolución a la lista de “víctimas” de Castro.
A lo mejor la cuestión es que quieren que pensemos en
Fidel Castro como un dictador para que no queramos seguir su ejemplo, porque
tienen miedo de que el pueblo se organice y un gobierno como el cubano se
empiece a dar en otros lugares.
Pero a quienes se alegran de su muerte en realidad les
jode otra cosa. No es solo por su concepto de democracia basado en escuadrones
de la muerte, financiación de golpes de estado y terrorismo al servicio de los
mercados. O al menos no sin más.
Lo que les duele de verdad es que un hombre que
sobrevivió a más de 630 intentos de asesinato se haya muerto de viejo. Y no
solo es que no hayan podido con él, que haya dejado Cuba como el único país de
América sin desnutrición infantil, con la tasa de mortalidad infantil más baja
del continente, la mayor financiación pública, avances médicos que hacen que ciudadanos
estadounidenses viajen para conseguir medicamentos contra el cáncer, el mejor
sistema educativo del continente, el hecho de ser el primer ministro de un gobierno que enviaba médicos y suministros a países a los que las "democracias" del mundo enviaban bombas y soldados, o el reconocimiento de diversos organismos
internacionales sobre sus condiciones de vida e incluso su IDH.
Es que ni siquiera van a poder evitar su entrada en la
historia y, tal y como él pronosticó, su absolución por la misma.
Y esta es, de un modo muy somero, la historia del
terrible y sanguinario dictador Fidel Castro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario