A veces me siento como un deportista sin disciplina, el típico atleta con tendencia a la dispersión, que cuando se centra consigue éxitos que llevan a la prensa a anunciar su resurrección.
No sé cuántas veces habré anunciado mi regreso al blog desde que lo creé. Soy mi éxito, mi dispersión, mi prensa y a veces hasta mis palmeros; así que normal estar un poco loco con tanta gente dentro.
Pero es un error. No puedo anunciar mi regreso si nunca he llegado a irme.
Porque, aunque lleve una temporada sin publicar, sigo estando aquí.
No obstante, me explicaré: hace tiempo comenté que estaba embarcado en otro proyecto que se estaba comiendo mi tiempo. Pues bien, ese proyecto está muy cerca de materializarse, y en las sucesivas semanas iré desvelando novedades.
De momento, os dejo con la que para mí es la mejor balada del metal nacional, y un símbolo de mi presencia entre bambalinas, pues como dijo el Barón, “siempre estás allí".
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