De forma periódica (aunque no he decidido la frecuencia que implica la palabra "periódica" en este caso), y de aquí a que se cierre el mercado de fichajes, repasaré los culebrones mileuristas (sin sarcasmo ni nada) del verano. Comienzo con Cesc Fábregas, el jugador que me habría pedido ser cuando jugaba al fútbol con mis compañeros en primero de primaria, de no ser porque por aquel entonces debía estar tomando su primera comunión, y a quien, en la fotografía, vemos en el cesped del Camp Nou disfrutando de su amor primaveral con Carles Puyol.
Aviso: el repaso consistirá en un escueto párrafo que recoja el espíritu de la transacción.
Culebrones futbolísticos I: Cesc Fábregas
El chaval debe sentirse muy encasillado, teniendo en cuenta que todo el mundo, desde Sandro Rosell hasta Arsène Wegner, le toma por gilipollas.
Y hasta aquí el primer resumen.
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